En el mundo de las PYMES, existe un amplio
mercado necesitado de financiación. Estas empresas disponen de proyectos viables,
creíbles y financiables que, a su vez, apoyarán la creación de empleo tan
necesaria para tirar de la economía nacional.
Consciente de ello, el Gobierno se ha
puesto a trabajar para regular y estimular alternativas de financiación orientadas
a las pequeñas y medianas empresas, ya que actualmente el 80% de su
financiación es bancaria, en contraste con Estados Unidos donde ésta supone un
20%. En definitiva, se trata de facilitar vías de acceso a recursos financieros
fuera de los canales tradicionales.
Una de las medidas que se está llevando
a cabo es la creación de la figura Entidad
Capital-Riesgo Pyme, a través de una modificación de la Ley de
Instituciones de Inversión Colectiva cuyo proyecto se encuentra en fase de
debate. El objetivo consiste en flexibilizar las fórmulas de financiación de
los proyectos de desarrollo y expansión de las PYMES.
Estas nuevas entidades de capital
riesgo deberán cumplir los requisitos generales y, además, unos coeficientes de
inversión específicos, que es lo que hace realmente atractiva esta opción.
Deben mantener el 70% de su activo computable a efectos de disposiciones para
inversión mediante: acciones u otros instrumentos financieros que puedan dar
derecho a la suscripción o participación en el capital; préstamos
participativos; instrumentos financieros híbridos siempre que su rentabilidad
vaya ligada a la rentabilidad real de la empresa y no se asegure el cobro del
principal y; mediante deuda con o sin garantía de empresas en las que la
ECR-Pyme ya esté presente. Todo ello teniendo en cuenta que la inversión en una
misma empresa, o grupo de empresas, no puede superar el 40% del activo
computable para inversiones.
Por otra parte, se establecen los
requisitos que deben cumplir las Pymes para adecuar la medida a aquellas que
más trabas encuentran para financiarse por vías tradicionales. Las condiciones
son: no pueden estar admitidas a cotización en mercados regulados; la plantilla
debe ser inferior a 250 empleados, su activo anual no debe superar los 43
millones de euros o que su cifra de negocio no supere los 50 millones de euros;
que no se trate de instituciones de inversión colectiva y, que estén
establecidas en Estados miembros de la UE.
Conscientes de las complejidades en la
gestión de los recursos financieros la Fundación de Estudios Bursátiles y
Financieros tiene el Programa Superior de Controller, Presupuestos y Tesorería
donde se explican los instrumentos y técnicas, al mismo tiempo que se
desarrollan las habilidades para realizar una adecuada planificación, control y
seguimiento de las finanzas en la empresa.
Julio Sixto Iñiguez
Departamento de Formación y Contabilidad.
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