Los sistemas de organización y gestión en las pequeñas empresas están basados en un conjunto de normas y reglas no escritas sobre cuándo, quién, cómo y dónde hacer cada etapa del ciclo de actividad. Pues bien, plasmar todas estas indicaciones por escrito es el primer paso para hablar sobre la implantación de la norma ISO 9001 Sistemas de gestión de la calidad.
La aplicación de un sistema de gestión por procesos, facilita identificar la forma en la que se asignan los recursos a cada uno y cómo interactúan entre ellos con el claro objetivo de obtener el resultado deseado. Esto se denomina “enfoque basado en procesos”.
Gestionar a través de estos procesos permite comprender y cumplir con los requisitos que los clientes solicitan a los productos y servicios, de manera que se pueda medir la eficacia de lo que se hace y, al mismo tiempo, ver y analizar los posibles puntos de mejora en base a mediciones objetivas.
La mejora continua es la manera con la que la organización se retroalimenta a lo largo de los procesos para optimizar los recursos utilizados, mediante acciones correctivas o preventivas en función de las deficiencias detectadas, o las que posiblemente se podrían identificar, respectivamente.
En las pequeñas empresas tienen claro cuándo, quién, cómo y dónde se hacen sus procesos por lo que redactar un Manual de gestión no es la etapa más complicada en el momento de implantación. Si a este documento se le añaden al mismo tiempo los procesos necesarios para garantizar que lo que se realiza sigue con lo establecido y cumple con los requisitos de los clientes; permite asegurar una disponibilidad de los recursos e información necesarios para llevar a cabo todas las actividades cuando están planificadas y; recoge cómo se llevará a cabo el análisis y medición de los resultados con el objetivo de poder actuar para alcanzar las metas planificadas y la constante mejora en los procesos. Teniendo todos estos puntos establecidos se tendrá un Sistema de Gestión de la Calidad certificable según los estándares internacionales ISO.
La dirección ha de buscar la implicación de todo el personal para asegurarse que se conoce y comprende lo que se establece en los diferentes procedimientos y cuáles son los objetivos a alcanzar.
Las pequeñas empresas tienen que perder el miedo a solicitar la implantación y certificación de su sistema de gestión, porque ello redundará en una mejora sobre el propio sistema y, al mismo tiempo, se dispondrá de una herramienta para dotar de mayor transparencia, agilidad, adaptabilidad y eficiencia a la gestión, no dejando lugar a imprevistos que puedan afectar de manera grave a su aseguramiento de la calidad.
Disponer del certificado ISO 9001 permite a las empresas demostrar al mercado, tanto clientes como proveedores, que están involucrados en la constante mejora de sus procesos para ofrecer productos y servicios que cumplen con los requisitos del cliente para conseguir la máxima satisfacción de éste.
Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMV por Julio Sixto Iñiguez, Área Financiera y de Formación de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros
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