lunes, 21 de mayo de 2012

Cooperar es sumar


Juntos podemos. El mismo lema que llevó a la Selección Española de Fútbol a ganar el mundial de Sudáfrica, se podría emplear como emblema de las cooperativas. Justo este año en que se reconoce, mediante la celebración del Año Internacional de las Cooperativas, su contribución al desarrollo socioeconómico, en particular a la reducción de la pobreza, creación de empleo y la integración social. Una alternativa empresarial a tener en cuenta entre los emprendedores, que cobra fuerza como instrumento de estabilidad y sostenibilidad para hacer frente a la desaceleración económica.

Una cooperativa se define como una sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democrático, conforme a los principios formulados por la alianza cooperativa internacional. En definitiva, supone unir la figura del empresario y trabajador, y una suma de esfuerzos por el bien común.

Lejos de ideas marxistas o capitalistas contrapuestas, Naciones Unidas y diferentes organismos internacionales, les reconocen su labor como organizaciones que pueden contribuir a hacer frente al desempleo, la pérdida de ingresos y la exclusión social, especialmente en momentos económicos como el actual. En la Comunidad Valenciana encontramos casi 3.000 cooperativas en activo, que dan empleo a más de 78.000 personas y generan un volumen económico de 18.000 millones de euros, según datos de la Confederación de Cooperativas. Recientemente, conocíamos además los resultados de una cooperativa de éxito en Valencia: Consum, socios de la FEBF, que pese a la crisis económica, en el ejercicio 2011 facturó 1.754,5 millones de euros, un 4,7% más que en 2010, y creó 214 empleos, unas cifras que esperan superar el presente año.

Por su parte, el informe “Cooperatives for Europe: moving together”, de Cooperatives Europe, sostiene, entre otros muchos aspectos, que el modelo de gobierno de las cooperativas contribuye a la innovación social y que las pymes cooperativas crecen en los sectores productivos y de servicios, proporcionando alternativas locales a los negocios globales. Así en España, según las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, entre 2010 y 2011, más de 30.380 personas crearon su propio puesto de trabajo constituyendo 3.760 nuevas cooperativas.

Ampliando el rango, a nivel mundial el cooperativismo agrupa a 1.000 millones de socios, con más de 100 millones de empleos que, según la ONU, ha ayudado a mejorar el nivel de vida de la mitad de la población mundial. Es más, si sumáramos las 300 empresas más grandes del movimiento cooperativo, supondrían una facturación de más de 1,6% trillones de dólares, lo que la situarían como la novena potencia económica del mundo. Unas cifras abrumadoras que le valieron a Ban Ki-Moon, Secretario General de Naciones Unidas, para afirmar que las cooperativas “han demostrado ser un modelo empresarial versátil y viable, que puede prosperar incluso en épocas difíciles”. Un modelo de negocio que supone una suma de fuerzas y una alternativa empresarial ante la actual situación económica.

Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMVpor Maite Montalt, del Departamento de Comunicación y Formación de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros

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