Juntos
podemos. El mismo lema que llevó a la Selección Española de Fútbol a ganar el
mundial de Sudáfrica, se podría emplear como emblema de las cooperativas. Justo
este año en que se reconoce, mediante la celebración del Año Internacional de
las Cooperativas, su contribución al desarrollo socioeconómico, en particular a
la reducción de la pobreza, creación de empleo y la integración social. Una
alternativa empresarial a tener en cuenta entre los emprendedores, que cobra
fuerza como instrumento de estabilidad y sostenibilidad para hacer frente a la
desaceleración económica.
Una
cooperativa se define como una sociedad constituida
por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria,
para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus
necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y
funcionamiento democrático, conforme a los principios formulados por la alianza
cooperativa internacional. En definitiva, supone unir la figura del
empresario y trabajador, y una suma de esfuerzos por el bien común.
Lejos
de ideas marxistas o capitalistas contrapuestas, Naciones Unidas y diferentes
organismos internacionales, les reconocen su labor como organizaciones que
pueden contribuir a hacer frente al desempleo, la pérdida de ingresos y la
exclusión social, especialmente en momentos económicos como el actual. En la
Comunidad Valenciana encontramos casi 3.000 cooperativas en activo, que dan
empleo a más de 78.000 personas y generan un volumen económico de 18.000
millones de euros, según datos de la Confederación de Cooperativas. Recientemente,
conocíamos además los resultados de una cooperativa de éxito en Valencia: Consum,
socios de la FEBF, que pese a la crisis económica, en el ejercicio 2011 facturó
1.754,5 millones de euros, un 4,7% más que en 2010, y creó 214 empleos, unas
cifras que esperan superar el presente año.
Por
su parte, el informe “Cooperatives for Europe: moving together”, de
Cooperatives Europe, sostiene, entre otros muchos aspectos, que el modelo de
gobierno de las cooperativas contribuye a la innovación social y que las pymes
cooperativas crecen en los sectores productivos y de servicios, proporcionando
alternativas locales a los negocios globales. Así en España, según las
estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, entre 2010 y 2011,
más de 30.380 personas crearon su propio puesto de trabajo constituyendo 3.760
nuevas cooperativas.
Ampliando
el rango, a nivel mundial el cooperativismo agrupa a 1.000 millones de socios,
con más de 100 millones de empleos que, según la ONU, ha ayudado a mejorar el
nivel de vida de la mitad de la población mundial. Es más, si sumáramos las 300
empresas más grandes del movimiento cooperativo, supondrían una facturación de
más de 1,6% trillones de dólares, lo que la situarían como la novena potencia
económica del mundo. Unas cifras abrumadoras que le valieron a Ban Ki-Moon, Secretario
General de Naciones Unidas, para afirmar que las cooperativas “han demostrado ser un modelo empresarial
versátil y viable, que puede prosperar incluso en épocas difíciles”. Un
modelo de negocio que supone una suma de fuerzas y una alternativa empresarial
ante la actual situación económica.
Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMVpor Maite Montalt, del Departamento de Comunicación y Formación de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros
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