Mucho se está hablando últimamente sobre las participaciones preferentes que han emitido algunas Entidades Financieras en los dos últimos años. Parece que no son el producto financiero idóneo ni para los inversores ni para las propias Entidades.
Desde el punto de vista del inversor, las participaciones preferentes son poco transparentes, son títulos de deuda perpetua, es decir que no tienen vencimiento. Su rentabilidad, que se ofrece en forma de dividendo anual, depende de los beneficios que obtenga el banco que las emitió. Sin embargo, los inversores percibían esta rentabilidad como un derecho independiente de los resultados de las entidades. Además, estos productos no tienen prácticamente liquidez, ya que depende de la oferta y la demanda, es decir, la entidad tiene que buscar otro cliente que quiera comprar las participaciones. Si esta solución no es viable, se puede recurrir a venderlas en el mercado secundario, donde tampoco hay un cruce de operaciones relevante que facilite la desinversión.
Por otra parte, desde el punto de vista de la Entidad Financiera, se realizaron emisiones de preferentes para reforzar los recursos básicos ya que computaban como core capital según los parámetros marcados tanto por el Banco de España como por el BCE,. Sin embargo los requisitos han cambiado y las nuevas exigencias que vienen impuestas desde Basilea III, no consideran este producto como capital de máxima calidad, hecho que ha llevado a muchas entidades que habían colocado preferentes entre sus clientes, a ofrecerles la posibilidad de canjearlas por otro tipo de productos mas ventajosos para ambos.
Las preferentes son un producto complejo según la directiva MiFID, por lo que requieren que los clientes cumplimenten un test de idoneidad a la hora de adquirir el producto. Comprendiendo exactamente lo que están comprando en función de su perfil, y no confundirlo con otros productos más sencillos como por ejemplo depósitos o imposiciones a plazo.
La CNMV como organismo supervisor da el visto bueno para el canje pero no considera adecuado canjear las Preferentes por otros productos más complejos, como por ejemplo, los CoCos que son bonos contingentes y convertibles. Estos productos tienen más riesgo y en caso que se deteriore ratio de capital se convierten necesariamente en acciones.
En estos tiempos difíciles donde nada parece funcionar y cada día se hace más complicado avanzar, hay empresas que siguen luchando por mejorar y reorientar sus negocios para poder crecer y encontrar un nicho de mercado. Las pequeñas y medianas empresas siempre han tenido la virtud de flexibilizar sus estructuras y adaptarse al entorno, es por ello que han encontrado en el Mercado Alternativo Bursátil- MAB- una fuente de financiación alternativa que se adapta a sus necesidades y puede llevarles a conseguir sus objetivos.
En un momento en el que el miedo y la desconfianza están instalados en los mercados financieros, empresas como Carbures, compañía gaditana especializada en tecnología y fabricación de elementos en fibra de carbono para aeronáutica, Isocco dedicada a implementar y desarrollar web semánticas y proyectos internacionales, Bionaturis, empresa de biofarma centrada en el desarrollo y fabricación de medicamentos para el sector farmacéutico y veterinario; han dado el paso y saltaran al parqué en los próximos meses. Además y justo después de la semana fallera, tendremos la incorporación de una empresa valencia Suávitas, compañía especializada en depilación laser a través de su red de clínicas médicas. Esta compañía participada por una sociedad de Capital Riesgo, quiere captar fondos para poder realizar la expansión de su red de clínicas medico estéticas de proximidad.
El Mercado Alternativo Bursátil tuvo su primera incorporación en julio de 2009 con el pequeño dibujo, Pocoyo, propiedad de la productora Zinkia, y actualmente cuenca con una veintena de Pymes. Es un Sistema Organizado de Negociación (SMN) promovido por BME (Bolsas y Mercados Españoles) y supervisado por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Es un mercado dirigido a empresas de la Unión Europea y Latinoamérica, destinado para inversores institucionales y particulares. Este mercado les proporcionará: la financiación, visibilidad, liquidez y valoración, que estas compañías necesitas para sus realizar sus proyectos de expansión.
La negociación de los títulos, se realiza a través de un Sistema Electrónico que proporciona una mayor eficiencia y transparencia. Tendrán especial relevancia en este mercado dos figuras: el Proveedor de liquidez, que facilitará la negociación y el Asesor Registrado que velará por el cumplimiento de todos los requisitos, tanto en la incorporación como durante su permanencia y revisará la información que se presentará de forma anual al Organismo Supervisor.
Para incorporarse al MAB, las empresas deben tener su capital totalmente desembolsado, con libre trasmisibilidad de acciones, además tendrán sus cuentas anuales auditadas. La incorporación al Mercado Alternativo se hace a través de una Oferta Pública de Venta de acciones (OPV), una Oferta Pública de Suscripción de acciones (OPS) o por el sistema de Listing. La cantidad mínima de capital que debe haber en circulación es de dos millones de euros.
El Mercado Alternativo Bursátil (MAB), es una realidad convertida en una nueva oportunidad y alternativa para todas aquellas compañías que buscan una forma de financiación válida, para realizar los proyectos empresariales de crecimiento o expansión que les lleven a conseguir sus objetivos.
Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMV por Leonor Vargas Escudero, Directora Financiera de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros
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