lunes, 3 de septiembre de 2012

El banco: ¿malo o bueno?


Mucho se está hablando desde que empezó la reestructuración financiera de la creación de un Banco Malo. Parece que, finalmente, esto se hará realidad al final del periodo estival. Después de que la Comisión Europea aprobara el plan de recapitalización propuesto por el Presidente español el siguiente paso será definir la estructura y funcionamiento del denominado Banco Malo.

Pero, ¿sabemos a qué se llama Banco Malo? y ¿cuál será su función?. Aunque el nombre a priori no parece positivo, esta denominación procede de la terminología inglesa bad bank, y se ha puesto en marcha con anterioridad en otros países.

Este tipo de Banco será una entidad pública o semipública, en nuestro caso controlada por el FROB. En principio tendrá forma jurídica de sociedad anónima y contará con amplios poderes para gestionar sus activos, además tendrá la capacidad de emitir deuda.

Esta entidad absorberá y por tanto incluirá en sus balances todos los activos inmobiliarios que sean de dudoso cobro (llamados activos tóxicos) procedentes de entidades financieras. Para ello cada entidad tendrá que remitir los activos con una tasación a valor de mercado detallando una serie de datos que se solicitarán. El supervisor ha enviado una circular a todas las entidades financieras para que expongan sus dudas o comentarios sobre la documentación necesaria que tienen que aportar, debido a su exhaustividad y detalle, antes de realizar la circularización oficial. Y será el Banco de España, el encargado de decidir que activos se integrarán en el Banco y con que valoración.

El Banco Malo los incluirá en el activo de su balance con un descuento sobre su valor contable pero por encima del valor de mercado, que actualmente es inferior al contable. Y en el pasivo, figurarán las emisiones de deuda pública con las que se pagará a los bancos por los activos adquiridos.

De este modo, las entidades que transfieran sus activos tóxicos al Banco Malo, quedarán saneadas y no tendrán que dotar provisiones provocadas en gran medida por la morosidad de estos créditos incobrables, lo que actualmente está afectando a su solvencia y garantías futuras. Por tanto, dispondrían de liquidez que, a su vez, la invertirían en nuevos créditos que otorgaran principalmente a empresarios, activando el crédito entre el tejido empresarial.

Una vez creado el Banco, tendrá que gestionar de forma eficiente todos los activos adquiridos y los prestamos vinculados a ellos, para realizar en el futuro la venta que permitirá recuperar parte del desembolso financiado por la deuda. En caso de que existieran pérdidas procedentes de estos activos, éstas serian asumidas por el FROB.

Esta puede ser una alternativa para el saneamiento definitivo del Sistema Financiero español siempre bajo la atenta mirada de Bruselas. La puesta en marcha no va a ser fácil, será un proceso complejo que puede durar meses e incluso años. Si finalmente se consigue el objetivo de que fluya el crédito, se despejen dudas sobre el mercado inmobiliario y se recupere la confianza, quizás, nuestro banco malo llegue a ser bueno.

Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMV por Leonor Vargas Escudero, Directora Financiera de la  Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, Coordinadora del Máster Bursátil y Financiero de la FEBF

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