lunes, 24 de septiembre de 2012

Encaje de bolillos


En la fase de elaboración de los presupuestos de una compañía, se ha de tener en cuenta en las previsiones económicas del próximo ejercicio. Datos como tasas de crecimiento, IPC, evolución del desempleo, recaudación, etc. se prevén en el cuadro económico incluido en los Presupuestos Generales del Estado, que este año será presentado a finales de septiembre en el Congreso de los Diputados. Junto al análisis de la situación macroeconómica futura, se hará un estudio de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que tiene la organización para afrontar su futuro, y así establecer sus propios objetivos presupuestarios.

En función de la complejidad y valoración económica de los productos y servicios que ofrezca la empresa deberá establecer un sistema adecuado de punto de control para detectar posibles desviaciones en los estándares técnicos y económicos. Con este proceso se pretende localizar los motivos por los que el producto es disconforme y puede generar futuras desviaciones en los presupuestos si no son corregidos. Todo este sistema tiene que concordar para que en función del método de costes seleccionado (costes directos, costes parciales, costes completos o costes ABC), se asigne un correcto análisis.

Para establecer el nivel de ventas óptimo es imprescindible analizar la evolución de la demanda. Para ello, estudiar cómo es percibido por parte de los consumidores el producto/servicio ofrecido puede permitir mejorar los márgenes. Si el producto está considerado de funcionalidad básica, la selección final vendrá determinada por el precio. Es muy importante crear, innovar, desarrollar y perfeccionar los productos para que se diferencien de la competencia y convertirlos en la opción preferida de los usuarios. Las nuevas tecnologías facilitan la búsqueda y comparación de alternativas antes de tomar una decisión de consumo. Cantidades y precios de productos acabarán reflejados en el presupuesto de ventas.

Fijado el objetivo de producción, habrá que diseñar el sistema óptimo para alcanzarlo, incidiendo especialmente en el control de costes. En el caso de los costes directos se analizarán las desviaciones sobre el estándar técnico y económico. Las desviaciones se pueden separar en tres: variación de precio (económica), de cantidad (técnica) y mixta.

Las causas de los incumplimientos se pueden encuadrar en dos grupos: materias primas y mano de obra. Respecto a las primeras, las desviaciones pueden surgir por las gestiones del departamento de compras, variaciones en la cantidad o calidad de los materiales y mix de producción, precios de las materias primas, etc. Por eso, muchas empresas cada vez más utilizan contratos de coberturas sobre materias primas, así se garantizan la estabilidad de precios.

En cuanto a las desviaciones en mano de obra, pueden venir por inconvenientes con las instalaciones, eficiencias de producción, cualificación del personal, huelgas, subidas salarias, horas extras, etc.

Por último, se analizarán las desviaciones en los costes fijos, que verán reducidos su impacto indirecto en el coste por producto si se aumenta el volumen o actividad. Con ello, se podrán maximizar las economías de escala.

En situaciones complejas como las actuales, la realización de presupuestos es cada vez más compleja, teniendo que hacer encaje de bolillos para poder cumplirlos. El seguimiento y la corrección de desviaciones es fundamental para conseguir los resultados deseados. 

Artículo publicado en el semanal El Mercantil Valenciano del Levante-EMV por Julio Sixto, Departamento Financiero y Formación de la  Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros 

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