Nuevas perspectivas para los intermediarios bancarios: la banca del futuro
Vivimos en tiempos
de cambio en muy diversos ámbitos. La sociedad, la tecnología, el comercio, la
forma de trabajar y de vivir están evolucionando a ritmo vertiginoso debido a
las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). La adopción
masiva de Internet y la telefonía móvil, y el crecimiento exponencial en la
capacidad de computación y almacenamiento de datos, con un coste cada vez más
reducido, está transformando el mundo en que vivimos.
El sector
financiero no es una excepción y también está viviendo el impacto de la era digital.
El artículo analiza cuáles son las tendencias que están impulsando el mundo digital
y su influencia en el sector financiero.
En primer lugar se
observan nuevas formas de actuar de los clientes, que combinan sus
interacciones con el mundo físico y el virtual de manera cada vez más
integrada.
Los consumidores
son más exigentes, están mejor informados y confían cada vez más en otros
consumidores que en la información que proporcionan las marcas. Además surgen
nuevos modelos de negocio relacionados con los datos sobre los clientes y la personalización
de la oferta para cada cliente a partir de la información de su comportamiento.
En segundo lugar,
hay elementos fundamentales de la evolución tecnológica, una de las palancas
fundamentales para la transformación de la banca. Internet, los dispositivos
móviles, las tecnologías de Cloud Computing y
Big Data están
ayudando a mejorar los procesos y crear nuevos servicios bancarios, a un coste
muy inferior en comparación con las infraestructuras de TI tradicionales. Esta
transformación es principalmente visible en la evolución de los elementos de
interacción con el cliente, como puede ser la banca móvil o los pagos con
tecnologías de proximidad, pero también está transformando los procesos
internos de las entidades, como la evaluación de riesgos, la detección del
fraude en tiempo real o la posibilidad de realizar ofertas personalizadas para
cada cliente de manera individualizada.
Además, los
cambios están llegando al sector financiero en diversos frentes. La evolución
de la banca tradicional está ligada a la adopción de estas nuevas tecnologías,
junto con un redimensionamiento de la presencia física y un fuerte impacto de
los cambios regulatorios. Tras la crisis financiera comenzada en 2007 los
cambios regulatorios están siendo profundos con el fin de reducir la
probabilidad de futuras crisis, mitigar los contagios entre entidades y el
riesgo sistémico, e intentar mejorar la solvencia y seguridad. Sin embargo
estos cambios regulatorios, no totalmente armonizados en cada geografía, están
provocando también cierta fragmentación del sistema financiero, que amenaza con
revertir las ganancias de eficiencia y de diversificación de riesgos de las
décadas anteriores.
A todo lo anterior
tenemos que añadir el incremento de la competencia para las entidades
financieras por parte de sus competidores tradicionales (otros bancos), a los que
se unen nuevos jugadores que no compiten exactamente en el mismo terreno de juego
ni con las mismas reglas, pero que atacan por diversos flancos el negocio de
las entidades bancarias. Tanto los neobancos
como las compañías fintech son
todavía pequeños en volumen de negocio, pero aterrizan con propuestas de valor
que pueden llegar a calar en el mercado, y ser muy relevantes en poco tiempo si
experimentan los crecimientos
exponenciales ya vistos en otras industrias. Además, la amenaza de los gigantes
de internet y la tecnología está latente y no es descartable que, aprovechando sus
fortalezas en el mundo digital, puedan desempeñar un rol importante de desintermediación
en la interacción de los bancos con sus clientes.
En este entorno,
las claves de futuro para las entidades financieras pasan por:
- Ser
organizaciones cada vez más ágiles y flexibles, de forma que les permita adaptarse
a los cambios regulatorios con rapidez y teniendo que dedicar el menor esfuerzo
posible. Esta flexibilidad también permitiría adaptarse mejor a las necesidades
de los clientes y al mercado.
- Acelerar
la transformación digital con el objetivo de mejorar la productividad y la eficiencia,
crear más valor para los accionistas y un banco mejor para los clientes, con
precios más competitivos y servicios más avanzados y personalizados, accesibles
en cualquier momento y lugar.
- Participar
activamente y fomentar la colaboración con las nuevas compañías del ecosistema
financiero con el objetivo de aprender, mejorar e impulsar la innovación.
Además, fruto de esta interacción se pueden obtener nuevas fuentes ingresos con
los potenciales servicios financieros a proporcionar a estos nuevos jugadores.
- Explorar
las oportunidades que el mundo digital ofrece a la hora de extender el negocio
a otras geografías, con el potencial de ampliar de manera significativa el número
clientes, manteniendo los costes de distribución marginales contenidos.
- Evaluar
las posibilidades en cuanto a nuevos negocios, adyacentes a los servicios
financieros, en los que las entidades puedan aprovechar sus fortalezas,
explotar de manera diferente sus activos o construir nuevos productos a partir
de elementos propios y proporcionados por terceros.
En los próximos
años la banca seguirá teniendo elementos característicos en cuanto a las
exigencias de solvencia y fiabilidad por parte de los supervisores en un
entorno fuertemente regulado. Además deberá adaptarse a un entorno que cada vez
cambia más rápido, con clientes más exigentes y competidores más ágiles,
algunos de ellos quizá inexistentes todavía. La digitalización, que ha
transformado otras industrias, ha llegado a los servicios financieros para
quedarse. Aquellas entidades que sepan aprovechar las nuevas características
del mundo digital, siendo capaces de integrarlas con sus fortalezas en la banca
tradicional, serán las triunfadoras en esta evolución de los servicios
financieros.
AUTORES:
Alberto Charro. Director Territorial Este – BBVA
Israel Hernanz Casas. Economista Principal
en el equipo de Sistemas Financieros y Regulación Digital de BBVA Research
Vanesa Casadas Puertas. Economista en el
equipo de Sistemas Financieros y Regulación Digital de BBVA Research
Si desea saber más sobre “La banca en la era digital. Nuevas
Perspectivas para los intermediarios bancarios: La Banca del futuro” puede
consultar el capítulo con dicho título de la obra “Retos y Perspectivas de la
sociedad digital para intermediarios financieros”, que se podrá descargar de
forma gratuita en el siguiente enlace.